Uno de los ejemplos escritos más pretéritos sobre la interpretación de los sueños proviene de una epopeya babilónica. Su protagonista, Gilgamesh, soñó que una hacha caía del cielo que luego arrojó a su madre, terminando el sueño abrazando el arma como si retratase de una mujer.
Su madre, Ninsun, interpretó el sueño diciéndole que aparecería alguien poderoso que le crearía problemas pero que podría dominarle. Con el tiempo, prosiguió, se harían grandes amigos y conservarían su amistad para siempre, consiguiendo grandes hazañas juntos. El hacha, elemento fálico y agresivo, simboliza a un hombre que a su vez se convierte en un amigo y al abrazarla transformaría la agresión en afecto y camaradería.
En el antiguo Egipto, los sacerdotes también actuaban como intérpretes de sueños. Los jeroglíficos así lo evidencian. En realidad, los sueños han ocupado siempre un lugar de importancia en la historia de la mayoría de las culturas.
Los antiguos griegos construyeron templos llamados Asclepios, donde enviaban a los enfermos para ser curados. Se creía que su proceso de curación se hacía efectivo por la gracia divina mediante la incubación de los sueños dentro del recinto del templo. Los sueños también se consideraron proféticos.
En la psicología islámica medieval, ciertos tratados indican que los sueños se componen de tres partes y los eruditos musulmanes reconocieron tres tipos de sueños: Falsos, pato-genéticos y los verdaderos. El trabajo se dividía en 25 secciones sobre interpretación de sueños. Se indica que es importante para el común de los mortales buscar la ayuda de un Alim (erudito musulmán) para guiar en la interpretación de los sueños con una adecuada comprensión del contexto cultural y otras causas.
Al-Farabi (872-951), primero en distinguir su interpretación, naturaleza y causas, escribió, en el capítulo 24 de su libro, opiniones de la gente, estudio de la conciencia, además de un extenso tratado sobre sueños.
En el prólogo de Ibn Jaldún (1377) se afirma que «los sueños confusos» son «imágenes de la imaginación que se almacenan en el interior de la percepción y la capacidad de pensar”.
En un libro tradicional Chino compilado por Chen Shiyuan en el siglo XVI se expresan ideas profundas sobre interpretación de los sueños con preguntas sobre cómo sabemos que estamos soñando o despiertos. Esto plantea la cuestión del control de la realidad en los sueños, tema de gran interés en la moderna neurociencia cognitiva.
En el siglo XVII el médico inglés Sir Thomas Browne escribió un pequeño tratado sobre la interpretación de los sueños, que luego se incorporaría como parte del psicoanálisis, a finales del siglo XIX. La percepción, el contenido manifiesto de un sueño es analizado para revelar el significado latente de la psique del soñador. Uno de los trabajos más relevantes sobre el tema es la interpretación de los sueños de Sigmund Freud.
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